MAESTRO ¡AYUDAME!

02.08.2012 22:55

 

Este articulo hace una comparación entre los alumnos que ingresan a nuestros colegios y que no son adventistas, y pedro cuando quiso caminar sobre el agua y el señor Jesús lo salvo. La comparación es en el sentido de que los alumnos saben lo que quieren a la hora de firmar un reglamento donde predominan bases de conducta cristianas y lo aceptan, Pedro por su parte, sabia que quería ir a Jesús, muchos de los  estudiantes también quieren ir a Jesús pero se les hace muy difícil ya que están acostumbrados a otro estilo de vida. A pesar de que no parecen estar gritando como Pedro  “¡Señor,  Sálvame!” sin duda necesitan de nuestro apoyo. Así como el Señor Jesús ayudo a Pedro, los docente deberemos estar preparados para brindarle apoyo a nuestros alumnos en lo físico, mental y espiritual. Como profesores adventistas del séptimo día deberemos pedir del poder del espíritu santo para poder llevar la responsabilidad que Dios nos ha confiado de guiar a nuestros alumnos a sus pies, ya que no podremos lograr nada con nuestro propio poder, solo él nos ayudara a llegar a alcanzar los resultados esperados.

Debemos conocer a nuestros alumnos de tal grado que podamos detectar que como Pedro se están hundiendo, pero ellos de forma académica, social, física o espiritual. Una intervención a tiempo puede salvar a un alumno que pudo haberse perdido para siempre. Cada escuela debiera ser un refugio para que la juventud con conflictos sea tratada con paciencia, sabiduría pero sobre todo con amor, el amor de Dios.